Las encías es esa parte de nuestra boca de la que sobresalen nuestros dientes. Hay muchas personas que no les da ninguna importancia a la hora de higiene bucal, pero, si padece dolor de encías, puede estar ante una situación muy peligrosa para su boca.
Las dos principales causas del dolor de encías son:
Gingivitis: Consiste en una inflamación de los tejidos que sujetan los dientes, así como las encías. También las infecta, destruyéndolas poco a poco.
Es causada por lo que se denomina “placa”, una mezcla de bacterias, moco y residuos de alimentos que se adhieren a la base de los dientes. Si esta placa no se elimina con una limpieza, se produce lo que se conoce como “sarro”, lo que perjudica severamente nuestras encías.
Entre los principales factores que provocan la gingivitis tenemos:
- Una escasa higiene bucal.
- Embarazo: una mujer embarazada puede experimentar gingivitis debido a los cambios hormonales.
- No tener los dientes bien alineados, lo que favorece una mayor aparición de sarro en los huecos de los dientes.
- Las prótesis sirven para salvarnos los dientes, pero nos hacen más vulnerables ante la gingivitis.
- Medicamentos: se ha demostrado que ciertos medicamentos pueden provocar gingivitis, como las pastillas anticonceptivas.
- Mal uso del hilo dental.
- No cepillarnos correctamente los dientes o limpiar nunca las encías.
- Ortodoncia: los hierros irritan los dientes, así que es muy posible que una persona que se haya hecho una ortodoncia acabe padeciendo gingivitis.
Entre los síntomas de la Gingivitis destacan:
- Sangrado de las encías.
- Las encías se enrojecen o toman un color púrpura.
- Mucho dolor al tocarnos las encías.
- Inflamación de las encías.
- Úlceras bucales.
Periodontitis: Es un estado más avanzado, y peligroso, de la gingivitis.
Al no tratarnos la gingivitis, la infección desciende por las encías hacía los tejidos y huesos que sujetan los dientes. Una vez la infección avanza, los ligamentos pierden fuerza y acaban rompiéndose, lo que produce la caída del diente. Es una de las principales causas de pérdidas de dientes por parte de los adultos.
Entre los síntomas de la Periodontitis destacan:
- Mal aliento.
- Encías rojizas o de un tono púrpura.
- Encías sangrantes.
- Encías sensibles al tacto.
- Encías inflamadas.
- Dientes sueltos o que se mueven.
El dolor de encías no tiene por qué estar presente a lo largo del día. Es posible que solo lo sintamos al cepillarnos los dientes o al comer algo cuando un diente está suelto. El tratamiento para el dolor de encías suele ser reducir las mismas para eliminar la infección e intentar eliminar la mala alineación de los dientes.
Así pues, podemos utilizar estos remedios caseros para el dolor de encías que nos ayudarán a combatir el dolor:
- Bicarbonato de sodio: Mezclar un poco con agua oxigenada y usarlo para cepillarnos los dientes.
- Sal: Enjuagarnos la boca con agua tibia mezclada con sal.
- Aloe vera: Frotar las encías varias veces al día con este jugo.
- Higos: Cocer unos higos en leche y restregarlos por las encías.
- Queso: Comer un trozo de queso chédar o suizo tras las comidas.
- Manzana: Comer una manzana después de comer.
- Vinagre de sidra de manzana: Enjugarse la boca con el cada mañana.
- Aceite de espliego: Echar unas gotitas en agua y enjuagarse la boca con la mezcla.
- Tintura de mirra: Echar dos gotas en agua caliente y remover. Después enjuagarse la boca con la mezcla antes y después de comer.
- Hojas de salvia: Calentar unas hojas de salvia en agua y dejar reposar, con la tapa colocada en la cacerola. Enjuagarse con la mezcla.
- Tomillo: Verter unas hojas de tomillo en agua hirviendo y dejar refrescar. Enjugarse con la mezcla.
- Equinácea: Verter un poco de equinácea en agua hirviendo para enjugarse con la mezcla tres veces al día.
- Hojas de mango: Verter unas hojas en agua hirviendo. Dejar refrescar y hacer gárgaras con la mezcla varias veces al día.
Si padecemos gingivitis, lo mejor es acudir rápidamente al dentista para que nos la trate, porque si no el dolor de encías puede ir a peor como ya hemos señalado al hablar de periodontitis.
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