Dolor de huesos

Seguro que alguna vez habréis sentido que os duele alguna parte de vuestro cuerpo, pero que al tocar el músculo notáis que todo viene desde dentro. Eso es porque estáis sufriendo dolor de huesos causado por una infección o una posible fractura.

¿Cuáles son las causas de los dolores de huesos?

Aunque parezca mentira, a pesar de todo lo que los recubre, varias cosas pueden dañar seriamente nuestros huesos:

Traumatismo/Fractura: La causa más común de los dolores en los huesos es por culpa de algún golpe que hayamos recibido.

No es nada extraño que de niños nos rompamos algún hueso por culpa de un mal movimiento al caernos. En esos casos, se nos escayolará el hueso hasta que se regenere. Pero, con el tiempo los huesos van perdiendo su capacidad regenerativa, por lo que en edad avanzada el dolor no desaparecerá tan fácilmente como cuando somos pequeños.

En los niños muy pequeños, existe lo que se conoce como “fractura infantil”. Se da sobre todo en los niños que están aprendiendo a caminar, y por la falta de fuerza y costumbre en sus piernas, no sería extraño que se dañaran seriamente los huesos en el proceso provocándose una fractura.

Sobrecarga: Cuando cargamos algo muy pesado, no solo forzamos nuestros músculos, sino también nuestros huesos.

Si levantamos algo de peso extra de mala manera, podemos dañar seriamente los huesos de las piernas y brazos, así como también nuestra columna vertebral y cadera. En la gente que sufre sobrepeso también es muy común por el peso extra que sufren sobre todo las piernas.

Anemia drepanocítica: Es una enfermedad hereditaria.

anemia drepanocítica

Esta enfermedad provoca que los glóbulos rojos de nuestra sangre tengan una forma irregular, no la de discos rojos como son siempre. Esto provoca que, al moverse por los vasos sanguíneos, puedan atorarse más fácilmente y romperse, impidiendo que la sangre llegue bien a los lugares indicados.

Entre los síntomas que se pueden padecer se encuentra el dolor de huesos en la parte del tórax y la espalda.

Osteomielitis: Es una infección que ataca directamente a nuestros huesos.

La infección puede ser provocada por una bacteria u hongo. Tanto las bacterias como los hongos pueden penetrar a nuestros huesos atravesando nuestra piel y músculos. Otra causa de osteomielitis sería haber sufrido alguna intervención médica en la que se hayan tocado nuestros huesos, como por ejemplo colocar placas de metal en la pierna para caminar mejor.

La infección puede empezar en cualquier parte de nuestro cuerpo, por lo que muchas veces es muy difícil de detectar su origen. En los niños ataca lo que se conoce como huesos largos, como por ejemplo el fémur, mientras que en los adultos suele atacar las vértebras, los huesos de los pies o la cadera.

Osteoporosis: Es una enfermedad que va debilitando nuestros huesos, lo que impide su regeneración constante y facilita que nos podamos hacer una fractura.

osteoporosis

Muy probablemente no sepamos que la sufrimos hasta hacernos una ruptura, pues no sentiremos dolor alguno por el desgaste que sufren nuestros huesos. Como lo que hace es eliminar el calcio que precisan nuestros huesos, tomar alimentos y vitaminas ricas en calcio ayuda a ralentizar su avance.

Es algo más común en mujeres que hombres, sobre todo en edad avanzada.

Leucemia: La leucemia es un tipo de cáncer que comienza en nuestra médula ósea. En nuestros huesos, hay un material blando que es donde se forman las células sanguíneas.

La leucemia es provocada por una producción excesiva de leucocitos, los conocidos glóbulos blancos, lo que provoca que no podamos producir los suficientes glóbulos rojos en nuestro cuerpo y nuestra sangre no circule como debiera.

Artrosis: La artrosis ataca directamente al tejido de nuestro cuerpo, sobre todo al cartílago. Sin embargo, como lo que hace es que nuestros tejidos se degeneren y deterioren, los huesos no se sujetaran bien, y al movernos sentiremos como se golpean unos con otros, lo que nos provocará el dolor.

Cáncer – Nuestros huesos tampoco están libres de ser víctimas del ataque de un cáncer.

Podemos distinguir dos tipos de cáncer:

Benigno: Este tipo de tumor no es muy peligroso ya que no destruye el tejido de nuestros huesos ni se extienden.

Maligno: Este caso ya sí que es más peligroso. Pues al contrario que el tumor benigno, sí que destruye el tejido del cual están compuestos nuestros huesos y se va extendiendo, dañando seriamente nuestro cuerpo.

Como otros muchos cánceres, aún se desconoce la razón por la que aparece el tumor de huesos. Según algunos estudios, aseguran que las altas y constantes contacto con la radiación puede ser un factor. Pero es un tipo de cáncer muy raro de sufrir.

Si acudimos al médico, el tratamiento para el dolor de huesos estará compuesto mayormente por analgésicos, antibióticos y antinflamatorios. Aunque es posible que también nos recete una dosis extra de hormonas.

Pero, también podéis seguir estos remedios caseros para el dolor de huesos:

  • Romero: Muy útil para quien sufre artrosis gracias a su capacidad antioxidante. Añadir un poco en las comidas o tomar en infusiones.
  • Ortiga: Ayuda a eliminar los líquidos de las articulaciones inflamadas. Hervir un poco de esta planta en agua y tomar tres tazas al día.
  • Jengibre: Ayuda a disminuir el dolor y la inflamación de las articulaciones. Hervir la hierba seca en agua y tomar dos tazas al día.
  • Abedul: Tomar dos tazas de agua mezclada con esta planta al día ayuda a reducir la inflamación de una artículo pues permite eliminar mejor los líquidos acumulados.
  • Patata: El juego de la patata tiene capacidades antinflamatorias. Extraer el jugo y masajear la zona dolorida para que el dolor se reduzca.
  • Col: Calentar una hoja de col y aplicar en la zona dolorida para relajar el hueso.
  • Manzanilla: Con el aceite de manzanilla podemos masajear la zona dañada para reducir la inflamación y el dolor de hueso.
  • Eucalipto: Hervir un poco de eucalipto en agua y aplicar masajes en la zona afectada con el líquido resultante.
  • Cola de caballo: Consumirla ayuda a la regeneración del tejido óseo, algo muy productivo cuando nos estamos recuperando de una fractura.
  • Ulmaria: Conocida como la reina de los prados, es una aliada muy útil para reducir inflamaciones o los cálculos renales. Muy importante es que no ha de tomarse en grandes dosis.

Aunque es algo difícil que con la edad no suframos algún problema de huesos, también podemos seguir estos consejos para intentar prevenirlo:

  • Masajear las articulaciones no solo relaja los músculos, también los huesos.
  • Practicar yoga no solo nos enseña a relajarnos, sino que los movimientos suaves y lentos son también muy buenos para nuestros huesos.
  • Llevar una alimentación rica en calcio, al menos cinco días a la semana, e intentar reducir el consumo de productos fritos y ricos en grasa.
  • Dormir bien si hemos tenido un duro día que ha requerido mucho esfuerzo físico. Y sobre todo en una postura adecuada.

Con el dolor de huesos no es algo que debamos jugar, porque si no se trata puede ir a mucho peor.  Por eso, si al caminar o movernos, sentimos mucho dolor, hay que acudir directamente al médico antes de probar ningún remedio.

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