Dolor de estómago

El dolor de estómago, también conocido como dispepsia, es una dolencias que puede ser provocada tanto por factores externos como internos: un alimento que nos haya sentado mal o al que tengamos intolerancia, mal funcionamiento de nuestro aparato digestivo o situaciones de estrés.

No se debe confundir con un dolor abdominal, puesto que el dolor de estómago suele situarse en la parte superior del abdomen, en zonas donde tenemos el páncreas, el estómago, etc.

¿Qué tipos de dolor de estómago existen? Veamos cuales son los más comunes

Dolor epigástrico súbito

Este dolor es conocido porque aparece pronto. Podemos estar durmiendo, comiendo o leyendo un libro y de pronto sentiremos fuertes pinchazos, en la boca del estómago. A veces desaparecen de golpe, pero si los dolores se repiten a lo largo de un día, es aconsejable ir al médico para que nos recete un tratamiento.

Es muy importante que se diagnostique a tiempo, porque a veces puede necesitarse realizar una cirugía para eliminar el dolor.

Dolor epigástrico crónico

Más conocido como el dolor de estómago constante, puede durar semanas e incluso meses.

Al contrario de lo que sucede con el dolor epigástrico súbito, es mucho más soportable. Gracias a eso, el médico podrá hacer un diagnóstico mejor, pues tendrá más tiempo para actuar.

Dolor generalizado

Sentimos un fuerte dolor que rodea toda la zona del abdomen. Por norma general, es provocado por una acumulación de gases en nuestro interior o indigestión al comer algún tipo de alimento.

Dolor localizado

Suele estar relacionado con algún órgano, puesto que nos empieza a doler una cierta parte de nuestro abdomen. Es mucho más fácil de detectar y tratar porque limita la zona de búsqueda a un punto en concreto.

Dolor espasmódico

Dolor caracterizado por espasmos musculares, no es muy difícil su tratamiento, y no suele durar más de un día. La mayoría de los casos, es por culpa de la indigestión de un alimento o diarrea.

Dolor intermitente

Uno de los peores dolores de estómago que podemos sufrir, ya que se trata de un dolor que aparece y desaparece. De pronto sentimos pinchazos en una parte de nuestro estómago y el dolor va en aumento. Luego puede desaparecer y no molestarnos hasta varias horas después.

Esto puede llegar a repetirse durante semanas. Por lo que es preciso ir al médico a que realice las pruebas pertinentes para encontrar la fuente del dolor y tratarla.

Las causas del dolor de estómago pueden ser muy variadas. Puede tener su origen por algo de nuestro cuerpo, emocional o por un fallo de nuestros órganos

Si el dolor que sentimos es provocado por nuestro estómago, las causas pueden ser:

dolor de estomago constanteÚlceras: Es una lesión en la piel, o la membrana mucosa, del estómago. Se clasifica en dos tipos:

Úlcera gástrica: Se trata de una erosión o herida en la mucosa de nuestro estómago. No siempre, pero es algo que podemos sufrir todos nosotros al menos una vez a lo largo de nuestra vida. Se presenta con los siguientes síntomas:

– Un dolor parecido a un ardor en la parte del abdomen. Suele ser bastante fuerte.

– Náuseas o vómitos.

– Cambios en el ámbito intestinal, como son la pérdida de apetito o más ganas de ir al servicio.

Hemorragia digestiva, la cual expulsaremos por la boca al toser o al vomitar.

– Sentir mucha fatiga sin haber hecho nada.

Acidez estomacal. Es muy importante acudir al médico en el caso de empezar a expulsar sangre, ya que es posible que simplemente tengamos náuseas o dolor de estómago y lo confundamos con un dolor normal si somos propensos a ellos.

– Úlcera del duodeno: En este caso, esta úlcera es una lesión en el duodeno, que se encuentra en el intestino delgado. Al contrario de lo que ocurre con la anterior, es más común que en varones. Sus principales síntomas son:

– Pérdida de peso

– Sentir un fuerte ardor en la zona de los intestinos.

– El dolor que sentiremos será intermitente, al terminar de alimentarnos. En algunas ocasiones, lo sentiremos cuando el estómago este vacío, pero al comer, desaparecerá.

  • Perder el apetito.
  • Náuseas y vómitos.
  • Cambios en el aliento.

Un pequeño porcentaje de esta úlcera puede ser cancerosa, por lo que es muy importante hablar con el médico en el caso de que sufra un fuerte dolor en el estómago.

Las úlceras pueden estar provocadas tanto por el mero hecho de fumar o beber altas cantidades de alcohol, como por una infección viral o culpa de una bacteria. No es algo que aparezca de la nada. Así que, tal y como hemos dicho un poco más arriba, es importante hablar rápidamente con el médico para que nos dé un diagnóstico y descartar este posible mal.

Acidez estomacal: Es una sensación de ardor que sentiremos entre nuestro pecho y el estómago. Viene provocada cuando lo que hemos ingerido sube por nuestro sistema digestivo hasta nuestra garganta, acompañado de un sabor agrio.

Suele venir provocada al haber ingerido grandes cantidades de alimentos o mientras se realiza la digestión. No es algo de lo que preocuparse si sucede de vez en cuando. No obstante, si se repite a menudo, es muy probable que se sufra esofagitis, que es una hinchazón en el esófago. Esto nos haría escupir sangre y tener mucho malestar a la hora de ingerir alimentos, como ocurre con las úlceras. Y dicho esto último, la acidez estomacal también puede ser un síntoma que nos avise de una posible úlcera estomacal.

Indigestión: No se debe confundir con la acidez estomacal. Tras haber ingerido alimentos en abundante cantidad o muy rápido, nuestro cuerpo no la asimila bien, y esto nos provocará vómitos o náuseas.

El dolor se presentará en nuestro abdomen durante la comida o poco después de finalizarla como un ardor que puede durar unos minutos a incluso una hora. Es uno de los dolores de estómago más comunes, sobre todo en épocas festivas donde se celebran tantas comidas.

No es algo muy grave, y se puede uno recuperar con reposo y comiendo alimentos líquidos.

Reflujo de jugos gástricos: Se da por un mal funcionamiento en nuestro sistema digestivo. Es decir, una vez que los alimentos llegan a nuestro estómago, la boca de dicho estómago debería cerrarse y así poder mezclar los alimentos con el ácido del interior. Pero no es así, y esto hace que los expulsemos casi de inmediato.

Es algo muy común que ocurre, por ejemplo, en las embarazadas, ya que al haberse ensanchado el útero, el estómago tiene menos lugar con el que trabajar. Lo que se suele representar en forma de vómitos. Con los que sufren obesidad también es muy común, solo que en este caso, el estómago está sometido a mucha presión y la boca no se cierra bien. Ello provocará los vómitos.

Gastritis: La mucosa gástrica de nuestro estómago se ve inflamada y enrojecida, por lo que si lo viéramos por una cámara de video, serían como unas manchas rojas.

La gastritis puede a veces no presentar ninguno de sus síntomas más característicos, tales como: dolor agudo en la boca del estómago representado mediante un fuerte ardor (por lo que a veces se confunde con la acidez de estómago o el reflujo de jugos), mareos, náuseas, heces oscuras…

A veces, tras haber ingerido un alimento, el dolor desaparece. Pero tras unas horas, reaparece de nuevo, atacándonos con fuertes ardores como si tuviéramos una llama encendida en nuestro interior.

Si el dolor es continuado y no desaparece, es aconsejable acudir al médico para que le realice una endoscopia y eliminar la posibilidad de que sea esta infección bacteriana.

Gastroenteritis: En este caso, no solo la mucosa de nuestro estómago se inflama. Nuestro intestino delgado también se ve afectado.

Puede afectar tanto a niños como a adultos, con síntomas comunes como: diarrea, dolor abdominal, sensación de calambres en el abdomen, vómitos… y su origen puede deberse a una simple bacteria o un parásito.

Como nos será muy difícil el ingerir los alimentos correctamente, y el dolor de estómago puede perdurar varios días, podríamos sufrir deshidratación y una pérdida de peso considerable. De modo que es importante que sea tratada cuanto antes.

Alergias a medicamentos: Algunas veces, el dolor viene provocado porque el paciente tiene alergia a algún medicamento y ello provoca que nuestro estómago se vea afectado.

Se manifestará a través de dolores agudos en el estómago y vómitos. Así que, es muy importante estar informado si somos alérgicos a algún medicamento antes de ingerirlo para curar cualquier otro malestar, ya que podríamos provocarnos uno peor.

Intolerancia a la lactosa: La lactosa es el azúcar que se encuentra en la leche de los mamíferos. En nuestro cuerpo, es eliminada en el intestino delgado por lo que se conoce como lactasa o enzima.

Aunque no toda sea eliminada, pasará por igual al intestino grueso y es ahí cuando comenzarán los problemas, ya que exterminarla de nuestro cuerpo antes de ser ingerida es trabajo del intestino delgado.

Los síntomas más comunes en este caso son sentir fuertes dolores en el estómago acompañados de una hinchazón, heces pastosas, espasmos, gases acompañados de continuas flatulencias, cansancio, dolor de las extremidades, problemas para conciliar el sueño…

En algunos casos, la intolerancia a la lactosa puede ser curable, pero en otros no. Así que, quien la sufra no es para nada recomendable tomar productos que estén realizados a base de la leche de animales mamíferos. La leche humana también puede provocar dolor de estómago, por lo que es importante saber si el bebé sufre de dicha intolerancia o no.

Parásitos estomacales: Tenemos muchos parásitos en nuestro cuerpo que pueden llegar de cualquier parte, y el problema es que solo los expulsamos una vez han muerto. Pero, hay veces que dichos parásitos no mueren y viven en nuestro interior, provocándonos fuertes dolores.

Los parásitos no es que vivan en nuestro interior desde el principio. Su invasión se produce cuando ingerimos algún tipo de alimento invadido por ellos y nos toman como su nuevo. Estos alimentos pueden ser: comida en muy mal estado, agua contaminada, una planta… así que hay que cuidar bien lo que se come y procurar que haya pasado los principales controles sanitarios.

El problema con los parásitos, es que a veces son muy difíciles de detectar, y los principales síntomas que ayudan a hacerlo son: heces de un color y olor anómalo, un cansancio continuo dando igual el tiempo que durmamos, una pérdida incontrolable de peso que no podemos explicar, hambruna continua, gases, vientre hinchado, daño en otros órganos aparte del estómago…

Sin embargo, con estos síntomas no solo se puede detectar un parásito, ya que puede ser el cuadro clínico de otra causa que provoque el dolor de estómago. Por eso, en el caso de que sintamos un continuo dolor de estómago y empecemos a perder peso, debemos acudir al médico para descartar la posibilidad de un invitado no deseado en nuestro sistema digestivo.

– Cáncer de estómago: Puede ser una de las principales causas de dolor de estómago que podemos sufrir el ser humano, y al año muchas personas mueren por culpa de esta enfermedad.

El cáncer de estómago elimina células de nuestro estómago, invadiendo no solo este sino también otros órganos como nuestros intestinos o el esófago gracias a que elimina tejido de nuestro estómago, lo que le permite encontrar un camino hasta nuestro flujo sanguíneo y llegar a cualquier parte de nuestro cuerpo.

Si se detecta a tiempo, puede curarse. Los principales síntomas son:

        • Sentir como si nos quemaran por la zona del estómago o alrededor.
        • Dolor abdominal
        • Vomitar sangre
        • Diarrea, o a veces estreñimiento.
        • Nuestro estómago se hincha después de las comidas.
        • Pérdida de apetito.
        • Cambios en nuestro sistema intestinal o urinario.
        • Nuestras heridas tardan más en cicatrizar.
        • Tos continúa.
        • Dificultar a la hora de comer.
        • Perdida anormal de peso.
        • Mal aliento.

 Causas del dolor de estomago

Como podéis comprobar, estos síntomas son muy parecidos a los mencionados anteriormente en otras causas de dolor de estómago. Solo un médico podría determinar si padecemos cáncer o no. En algunos casos, se puede tratar fácilmente y en otros precisará de cirugía.

¿Y qué podemos hacer para prevenir el cáncer de estómago? Es algo muy difícil, ya que aún no se ha encontrado una razón que explique su aparición. Pero los expertos aseguran que llevar una alimentación rica en verduras y frutas, no ingerir altas cantidades de alcohol de forma continuada, así como tampoco fumar continuamente, puede disminuir el riesgo de sufrirlo.

En otras ocasiones, el dolor de estómago puede estar provocado por otros órganos cercanos a este:

Colitis: Se da cuando se inflama nuestro colon.

Estreñimiento: El no ir al baño puede provocarnos fuertes dolores, ya que no hemos expulsado de nuestro cuerpo los alimentos que hemos ingerido. Es muy recomendable ir al menos una vez cada dos días. Si no, pueden llegar a sentirse unos pinchazos muy agudos en el estómago.

– Problemas de riego de la sangre en nuestros intestinos

– Páncreas: Problemas en nuestro páncreas puede generarnos también fuertes dolores de estómago, pues todo está conectado en nuestro cuerpo.

Esto puede deberse a un quiste, que es una cavidad cerrada que contiene un líquido maligno para nuestro cuerpo. No suele provocar dolores, pero si esa cavidad resulta rota, puede llegar a causar molestias enormes. Otra causa puede ser el cáncer de páncreas, que como hemos explicado antes en el cáncer de estómago, se eliminarían los tejidos que recubren este órgano y la enfermedad se transmitiría a nuestro estómago.

El dolor puede ser provocado también por la pancreatitis, es decir, cuando las enzimas denominadas pancreáticas se activan en nuestro páncreas cuando han de hacerlo en el intestino delgado.  Esto provoca que al páncreas se infle, pudiendo ser aguda, en el que sentiremos un solo pinchazo y no pasará nada. Pero, en el caso de que el páncreas se infle de forma continua, sí que estaríamos hablando de un serio problema para el paciente.

– Cálculos renales: Son unos pequeños cristales de masa sólida, y suelen ser muy comunes. Solemos expulsarlos con la orina, pero en el caso de no hacerlo, bloquearían el paso del flujo de líquidos que expulsamos de nuestro cuerpo. Al no tener por donde salir, el dolor se concentraría en nuestro estómago, pues no puede expulsar todo lo que estamos consumiendo.

Colecistitis: Consiste en la inflamación de la vesícula biliar que se encuentra junto al hígado. Al inflarse, en nuestro interior todo se remueve, y ello nos provoca los dolores de estómago. Además, la bilis que se encuentra en dicha vesícula no se expulsa tan bien como debiera, lo que nos puede acarrear graves problemas. Suele estar causado por un cólico biliar.

Cólico biliar: Suele aparecer en forma de dolor intermitente en nuestro abdomen, más concretamente en la parte superior derecha.

Es provocado cuando un cálculo, que es una masa sólida, obstruye la salida de la bilis de nuestra vesícula biliar. Como esta funciona como un contenedor, al no poder salir la cantidad ya contenida en el interior y llegar más desde nuestro hígado, los músculos del órgano de contraen, lo que nos provoca el fuerte dolor estomacal.

Diverticulitis: Su nombre parece muy divertido, pero no lo es en realidad. Se trata de unas bolsas que se encuentran en nuestro intestino grueso y que son infectadas por alguna bacteria o infección. La aparición de estas bolsas, aunque no está del todo demostrado, se asocia al llevar una alimentación baja en fibra.

Apendicitis: Uno de esos dolores de estómago que podemos llegar a sufrir una sola vez en toda nuestra vida. El apéndice se hincha y ello nos provoca un fuerte dolor de estómago.

Normalmente, requiere de cirugía. Si no es detectado a tiempo, puede provocar la muerte por complicaciones en nuestro sistema digestivo. Aún no se sabe del todo la función del apéndice en nuestro cuerpo, lo que cuando nos realizan una operación relacionada con nuestro sistema digestivo, no es raro que nos lo quiten para ahorrar futuros problemas.

Obstrucción intestinal: Se da cuando los alimentos no podemos expulsarlos correctamente de nuestro cuerpo. Se puede deber a un mal funcionamiento de nuestro sistema digestivo que no permite la correcta digestión de los alimentos que consumimos, formando una barrera que impide que expulsemos las haces para dejar limpio nuestro interior. En los casos más graves, se puede requerir cirugía.

Inflamación del hígado: Causado normalmente por un consumo desmesurado de alcohol o drogas.

Síndrome doloroso pélvico: También llamado el síndrome de la vejiga dolorosa o cistitis intersticial, que afecta directamente a nuestra orina. Por causas aún desconocidas, nos obliga a ir más al baño, generando más orina de la habitual. En el caso de no orinar rápidamente, se puede producir un fuerte dolor en la zona del abdomen por la lenta eliminación de líquidos.

Cólicos menstruales: Es muy común que las mujeres antes de sufrir la visita de su período, y durante este, sufran fuertes pinchazos en la zona abdominal. Esto en muchos casos, explica el dolor de estómago que sufren algunas mujeres. El dolor puede ser muy agudo, impidiendo que la mujer pueda moverse para realizar ninguna actividad y obligándola a postrarse en cama durante horas, llegando a perder incluso el apetito.

Embarazo ectópico: Cuando una mujer se queda en estado, el embrión se hospeda en el útero hasta que finalmente nace el bebé. Pero, en casos muy raros, donde hay algo que obstruya el viaje del embrión hasta el útero, este se hospedará en una de las trompas de Falopio o en el cuello uterino. Se seguirá formando, pero resultará altamente peligroso para la madre en el parto.

Endometriosis: El útero, como otros muchos órganos, genera una mucosa que recubre y protege sus paredes. Pero, en algunos casos esa mucosa se genera en otros órganos que no están preparados para contenerla en su interior. Ello provocará fuertes dolores de estómago a la mujer. No existe cura conocida, pero si diversos tratamientos.

En otras ocasiones, los dolores de estómago son provocados por otros factores:

Nervios: Es muy común que la gente se ponga nerviosa en ciertas situaciones, y ello le provoque fuertes espasmos musculares. Esto le provocará ganas de ir al servicio con mayor facilidad. Por culpa de los nervios, nuestro cuerpo se siente extraño, y esto hace que no funcione como debiera, provocando que la vejiga se habrá con mayor facilidad, provocándonos ganas de ir al baño, por ejemplo.

Traumatismos: Si nos dan un golpe en la boca del estómago, esto nos provocará un fuerte dolor que puede perdurar durante días. Por eso es importante evitar recibir golpes en esa zona.

Insuficiencia cardíaca: Que tengamos una congestión en el hígado.

Dolor de costillas vertebrales: Tras habernos dado un golpe en la zona de las costillas, este puede manifestarse en la zona abdominal.

Angina de pecho: Se da cuando no llega suficiente sangre a nuestro corazón. Esto se debe a que hay un problema en la correcta circulación de nuestra sangre, y puede derivar en dolores por todo nuestro cuerpo, incluyendo en la zona donde se encuentra el estómago al no llegar correctamente la sangre.

Realizar ejercicio después de comer: Más conocido como flato, aún no se sabe que lo provoca con exactitud. Pero es bien sabido por todos que realizar ejercicio después de comer, o nadar nada más haber ingerido algún alimento, puede provocarnos un fuerte dolor en la zona abdominal donde se encuentra el estómago por un corte de digestión. Por lo que es recomendable esperar unos minutos a que la comida avance por nuestro sistema digestivo.

¿Qué remedios podemos utilizar en el caso de dolor de estómago?

remedios para el dolor de estomago

        • Rennie: Son unos caramelos de eucalipto que venden en cualquier farmacia. Es muy útil en el caso de acidez estomacal.
        • Infusiones: Si el dolor no es muy grave, infusiones de manzanilla o te de jengibre son un buen aliado para combatirlo.
        • Bicarbonato de sodio: En el caso de sentir náuseas, ver un poco en un vaso de agua e ingerir. Repetir el proceso lentamente una vez cada hora hasta que desaparezca la sensación.
        • Tostadas: Cuando te encuentras mal estómago, ingerir solamente tostadas durante la comida, y a veces durante la cena, con un poco de aceite, ayudará a recuperar el bien funcionamiento de tu sistema digestivo, ya que será algo muy fácil de digerir.
        • Jugo de Aloe Vera: Está demostrado que las propiedades de la Aloe Vera ayudan a combatir el estreñimiento, pero también la hinchazón, gases, diarrea o los calambres.
        • Vinagre de manzana: Ayuda a nuestro sistema digestivo a absorber bien los nutrientes. Verter sobre agua antes de ingerir, para intentar disimular un poco su sabor.
        • Toalla o compresa de agua caliente: Aprovechando el ardor que sufriremos con el dolor de estómago podemos aplicar una compresa o toalla mojada en agua caliente. Esto relajará los músculos del estómago. Y si además masajeamos la zona con aceite de lavanda, el dolor desaparecerá más rápidamente.
        • Hinojo: Se puede tomar en infusiones, y está demostrado que es muy útil contra los dolores de estómago.
        • Hierbabuena: Verter 30 gramos de hierbabuena en una cacerola y calentar el agua durante 25 minutos. Luego, tomar una taza.
        • Anís: Verter unos 20 gramos de anís en agua y hervir. Tomar una taza diaria ayuda al correcto funcionamiento de nuestro sistema digestivo y permite evitar el estreñimiento.
        • Cebolla: Hervir una cebolla en leche y luego tomar el vaso cuando este tibio.
        • Tomar un baño: Bañarse en agua tibia, mientras aplicamos en la zona dolorida un poco de aceite de lavanda es muy útil. Podemos acompañarlo de un masaje para relajar los músculos.
        • Canela: Si la mezclamos con anís y albahaca, tras hervir la mezcla, debemos ingerirla cada media hora hasta que desaparezca el dolor.
        • Caldo: Tomar únicamente caldo de pollo puede ayudar mucho a combatir los dolores estomacales.
        • Aplicar calor: En el caso de no querer usar una toalla o compresa, colocar algo que de calor a la zona dañada, como la mano de una persona. Esto ayudará a que nosotros nos relajemos, así como nuestro cuerpo.

Aunque el dolor de estómago a veces es inevitable, otras podemos prevenirlo

        • Reducir el consumo de alcohol, ya que daña severamente nuestro hígado e impide su correcto funcionamiento.
        • Reducir el consumo de nicotina a través del tabaco.
        • Beber mucha agua para estar hidratados en todo momento.
        • Comer de forma moderada, pues grandes cantidades de alimentos en poco tiempo nos puede dañar severamente.
        • Realizar una alimentación sana y equilibrada, no compuesta únicamente por dulces, carnes ricas en grasas saturadas o recurrir mucho a los productos fritos.
        • Intentar no estresarse o someterse a situaciones que provoquen muchos nervios.
        • No auto medicarse, pues muchos medicamentos pueden dañar su sistema digestivo si se consumen de una forma inadecuada.
        • Consumir alimentos ricos en grasas, así como mucha fruta y verdura.
        • Hacer ejercicio con regularidad para mantener nuestro cuerpo sano y en forma.

Si el dolor de estómago es constante, puede deberse a una de las enfermedades explicadas un poco más arriba. Por lo que, si empieza a notar dolores fuertes, y ve que en un día no se le pasan, es muy importante acudir al médico para que le realicé un diagnóstico y descarte posibles enfermedades serías como una úlcera o cáncer.

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