Dolor precordial

Cuando hablamos de dolor precordial, nos referimos del dolor que se presenta en nuestro pecho, más concretamente a la caja torácica que ahí se encuentra.

dolor precordial regionalAsí pues, la definición del dolor precordial que podríamos encontrar sería: “sensación molesta o dolor intenso que se produce en la región del pecho en la que se encuentra el corazón”.

En nuestro pecho no solo están nuestros músculos y nuestras venas, sino también órganos como el corazón o los pulmones. Por lo que el dolor que sintamos en dicha zona no siempre tiene que estar relacionado con el corazón como mucha gente teme.

Así que, ¿cuáles son las causas del dolor precordial?

Infarto: Es la causa más común de dolor en el pecho.

La persona que esté sufriendo un infarto, sentirá un  fuerte dolor precordial opresivo en la zona del pecho en la que se encuentra el corazón. Una vez el dolor se presente en la zona del pecho, este puede extenderse hacía el brazo, la espalda o incluso la mandíbula.

Disección aórtica: En nuestro corazón hay un gran vaso sanguíneo que es el que se ocupa de llevar la sangre del corazón al resto del cuerpo.

Si ese vaso se desgarra, es lo que puede provocar el dolor intenso e inaguantable.

Pericarditis: Nuestro corazón está cubierto por una bolsa denominada pericardio. Aunque esté en nuestro interior, como muchas partes de nuestros órganos, no está libre de ser objetivo del ataque de alguna bacteria.

Por ello, cuando esta bolsa se ve infectada, se inflama como un globo con helio y es lo que nos provocará el dolor.

Embolia pulmonar: Se da cuando hay una obstrucción en las arterias de los pulmones.

Lo más común es que esta obstrucción este provocada por un coágulo sanguíneo, pero no es raro que otras causas sea por culpa de grasa o aire.

Neumotórax – Más conocido como colapso pulmonar.

heumotorax

Cuando expulsamos el aire de los pulmones, puede que no todo el aire salga de nuestro cuerpo. Nuestros pulmones están rodeados por una zona a la cual el aire puede penetrar cuando intentamos expulsarlo. Cuanto más aire haya en esa zona, más sensación de hinchazón sentiremos en nuestro pecho.

Es algo que suele ocurrir porque hay una pequeña grieta en el sistema respiratorio o en los pulmones, o es algo muy común en las personas que han sufrido una herida por apuñalamiento en el pecho por un cuchillo o un disparo.

Es lo que podríamos señalar como un dolor precordial atípico, ya que no todo el mundo tiene todas las cartas de padecerlo.

Neumonía: Se trata de una infección del pulmón, que provocará a la persona dolor en el pecho al respirar o al toser.

Pleuresía: Al igual que mucho de nuestros órganos, el pulmón también se encuentra revestido por un tejido que lo protege.

Cuando nuestros pulmones se inflan, el dolor puede estar provocado por una inflamación extra por parte del recubrimiento de los pulmones. El dolor es muy agudo y agobiante.

Aunque es muy raro, el dolor precordial en niños suele deberse a este caso o al neumotórax.

Costocondritis: Tener dolor precordial puede ser un síntoma de padecer esta enfermedad, provocada por la inflamación del cartílago que une las costillas con el esternón.

Herpes de zóster: También conocido como “la culebrilla”, es una enfermedad que ataca directamente a los nervios de nuestro pecho. El dolor comienza como un hormigueo en un lado de nuestro pecho para luego extenderse hacía la espalda.

Cálculo biliar: El dolor causado por los cálculos biliares puede aparecer en muchas partes de nuestro cuerpo. Esto incluye nuestro pecho.

Distensión muscular: Al realizar una actividad física puede que los músculos que se encuentren entre las costillas se tensen y eso nos produzca el dolor.

Estrechamiento del esófago: El esófago es el conducto que lleva el alimento de la boca al estómago. Si este se estrecha, sentiremos dolor al pasar la comida por ahí.

Gastritis: Dolor producido cuando nuestro estómago está vacío, que se alivia al comer. Puede también ser un síntoma de dolor precordial.

Acidez gástrica: Cuando nuestro estómago devuelve los alimentos hacía el estómago, en el proceso el dolor puede presentarse también en el pecho.

Ataque de pánico: Los ataques de pánico afectan a cada uno de distinta manera, pero lo más común es que uno de los síntomas sea una respiración rápida y descontrolada.

Es lo que más comúnmente todos conocemos como “fobias”. Una persona al encontrarse en una situación en la que ha de enfrentarse a su miedo, comienza a respirar de forma agitada y pierde el control, sintiendo como si le presionarán el pecho. En esos casos, se siente un dolor precordial opresivo parecido al de un ataque al corazón.

Traumatismo o rotura de huesos: Cuando nos dan un golpe en el pecho, dependiendo la potencia el daño puede ser menor o mayor.

Si el daño es muy grave, puede que tengamos algún hueso roto y esto será lo que nos produzca el dolor en el pecho, y más aún si el hueso roto perfora el pulmón. El dolor precordial en niños suele darse mucho más en este caso que con un neumotórax o pleuresía, aunque es muy raro que lo sufran. Más que nada porque se estima que de las razones por las que un niño va al médico, solo 1% es por razones provocadas por dolor precordial.

Fumar: Parece que no, pero el fumar es una de las principales causas de dolor precordial en nuestro cuerpo. Al inhalar el humo, este viaja por nuestras vías respiratorias y esófago, acabando en nuestros pulmones. Será lo que nos produzca el dolor con el paso del tiempo, sobre todo al dejar de fumar.

 fumar

¿Y qué tratamiento para el dolor precordial podemos seguir?

En realidad, cualquier molestia en el pecho que se presente de forma continuada es altamente recomendable acudir rápidamente al médico para que nos realice un diagnóstico. Pero, en el caso de que sea un dolor muy leve.

Si el dolor es provocado por un problema con nuestro estómago o esófago, hay que seguir una dieta baja en grasa, evitando todos los alimentos fritos o carnes rojas.

Cuando el daño es provocado por un golpe, debemos reposar un poco antes de volver a ponernos en movimiento, aplicando un poco de calor en la zona dañada.

Si sufrimos un ataque de pánico, provocado por algo que nos cause temor o por la ansiedad, hay que intentar controlar la respiración para devolverla a su ritmo normal. De este modo, el dolor desaparecerá.

Para las personas que les cueste mucho controlar la respiración, sobre todo durante los ataques de pánico o ansiedad, es muy recomendable aprender a hacer yoga. Estos ejercicios enseñarán a como liberar la tensión del cuerpo y relajar su respiración cuando esté nervioso.

Si el síntoma que sentimos es un dolor leve, hay que intentar evitar recurrir a medicamentos sin haber esperado a ver cómo va evolucionando el dolor.

El dolor puede ser provocado al inhalar frío en los pulmones, por lo que tomar un té de hierbabuena o manzanilla ayudará a relajar la zona del pecho donde pasa el aire.

Fumar es una de las principales causas del dolor precordial, así que hay que evitarlo.

Hacer ejercicio para mantener el cuerpo en forma, al menos una hora al día, nos ayudará a prevenir cualquier tipo de dolor.

Como hemos dicho, si el dolor precordial es muy fuerte, hay que acudir rápidamente al médico para que nos dé el tratamiento adecuado. Puesto que puede estar frente a un dolor atípico provocado por una perforación del pulmón o una hinchazón nada común. Si el dolor es leve, y o ha encontrado una causa en este artículo le recomendamos viciar dolor de pecho.

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