Dolor de columna

Cuando hablamos de dolor de columna no hablamos de una enfermedad, sino de algo que puede ser considerado un síntoma por el médico para realizar su diagnóstico. Sin embargo, ello no quita que el dolor que sintamos en la columna no tenga mucha importancia al sentirlo.

Así pues, el  las cusas del dolor de columna pueden ser:

  • Traumatismo: Cuando nos caemos, de espaldas sobre todo, es posible que nos dañemos seriamente la columna. Así que el dolor de espalda puede estar provocado por una fractura o rotura de un hueso o ligamento.
  • Mala posición al dormir: Cuando dormimos en ciertas posturas, nuestra espalda se resiente por los tirones que sufren los ligamentos unidos a la columna vertebral. El dolor puede estar causado por un daño en la columna. Esta es una causa común de dolor lumbar y dolor de cuello también.
  • Sobrepeso: Cuando una persona sufre de sobrepeso, la columna se ve sometida a mucha presión por el peso añadido al cual no estaba acostumbrada. De ahí puede ser una razón del dolor.
  • Fumar: Si el tabaco es malo para la salud, no solo afecta a nuestros pulmones como mucha gente piensa, sino también al resto de nuestro organismo.

Se debe a que la nicotina del tabaco daña nuestras arterias, impidiendo que la sangre circule correctamente. Esto provoca que dichas arterías, que recorren nuestra columna vertebral, no cumplan bien su labor y eso nos provocará fuertes dolores de espalda. Además, la regeneración de los huesos se pierde más rápidamente en los fumadores por culpa de la nicotina, por lo que un esguince o rotura puede ser un suplicio para ellos.

  • Embarazo: El embarazo puede ser otra causa que provoque dolor de columna. La razón es la misma que el sobrepeso.
  • Pechos grandes: Muchas mujeres sueñan con tener los pechos grandes, pero durante el crecimiento que sufren las niñas la columna puede resentirse mucho si el crecimiento del pecho es muy pronunciando, pues como ocurre con el embarazo o el sobrepeso, es algo a lo que nuestra columna no está acostumbrado.
  • Escoliosis: Según envejecemos, es normal que nuestra columna se vaya doblando o torciendo. Sin embargo, las personas que sufren de escoliosis la columna se les encorva en forma de C o S. Desgraciadamente, la causa se desconoce.
  • Osteoartritis: Es una enfermedad relacionada con el envejecimiento de la cual rara vez se conoce la causa que lo provoca. Se trata de la rotura de una articulación debido al paso del tiempo, más concretamente del cartílago de dicha articulación.
  • Espondilitis anquilosante: Aunque se desconoce las causas que lo provocan, pero uno de sus síntomas es que las articulaciones que rodean el hueso se inflaman. De no tratarse, esto provoca que las vértebras se fusionen y con ello el dolor de columna.
  • Estenosis espinal: La columna vertebral protege la espina dorsal y es lo que nos permite inclinarnos y movernos. Sin embargo, la estenosis consiste en un estrechamiento de la columna, ejerciendo presión sobre los nervios que pasan por la columna y provocándonos el dolor.

causas del dolor de columna

  • Osteomielitis: Es una infección que ataca nuestros huesos, provocada por una bacteria o por algún tipo de hongo.

Las bacterias penetran en nuestros huesos a través de nuestra piel, y puede afectar a cualquier parte ósea de nuestro cuerpo. No solo sentiremos dolor en el hueso afectado, sino también otros síntomas como son fiebre, malestar general, escalofríos, lumbago…

  • Malformación: En ocasiones, al nacer nacemos con una malformación en la columna. Está puede ser una causa de dolor de columna.
  • Rotura de los discos: Los discos, que reciben su nombre por su forma, son lo que separa las vértebras que componen nuestra columna vertebral. Es lo que permite a nuestra columna realizar los movimientos, actuando como un ligamento entre cada una de ellas.

Como es de un material tan suave y blando, no es de extrañar que con el paso del tiempo se desgaste o sufra una rotura, así como un posible desplazamiento. Ello hará que provoque una fuerte presión sobre el nervio, lo que derivará en un fuerte dolor de espalda  derivado desde la columna.

  • Daño durante el ejercicio: Al realizar estiramientos o una actividad física a la que nuestro cuerpo no está habituado puede acabar provocándonos también dolor de columna si forzamos mucho los tejidos que están sujetos a esta.
  • Cáncer: Se trata de un crecimiento de células malignas en la médula espinal. Si no se trata enseguida, puede derivar a otras partes del cuerpo, como los huesos que rodean la espina dorsal, vasos sanguíneos, a los nervios…

Remedios caseros para el dolor de columna, y algunos tratamientos básicos

El tratamiento para el dolor de columna puede ser simplemente que nos den un masaje para aliviar el dolor, siempre y cuando no se trate de algo muy serio. También podemos aplicar uno de los siguientes remedios para el dolor de columna:

  • Calor: Mojar un paño en agua caliente y colocar sobre la zona dolorida. También podemos hacer lo mismo con una hoja de col caliente.
  • Frío: Por el contrario el frío también nos puede ayudar. Mojar un paño en agua fría y aplicar sobre la zona dolorida.
  • Pelota: Colocar una pelota en la pared y apoyar la espalda sobre ella. Hacerla rodar sobre la pared flexionando las rodillas de arriba abajo. Estos nos servirán como masaje.
  • Castañas: Pelar y moler unas castañas para luego colocarlas en un paño sobre la zona afectada.
  • Hojas de salvia: Echar unas hojas de salvia en agua hirviendo. Tras unos diez minutos, dejar reposar la mezcla y tomar tres veces al día.
  • Pelotas de tenis: Llenar un calcetín con unas pelotas de tenis y pasar por la zona dolorida.
  • Artemisa: Hervir unos 50 gramos de artemisa en agua durante unos 20 minutos. Dejar reposar la mezcla y después masajear la zona dolorida.
  • Acupuntura: Aunque la acupuntura puede ayudar a aliviar el dolor, no nos engañemos, no curará la columna si esta ha sido dañada. Aun así, puede resultar un buen remedio mientras se regenera.
  • Aceite esencial de espliego: Untar el aceite en la zona dolorida para luego friccionarla.

El dolor de columna es algo que el quiropráctico tendrá que tratarnos. A no ser que se trate de algo serio como un cáncer o rotura de los discos no requerirá cirugía, por lo que no hay que preocuparse si el dolor es muy leve.

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