Archivos de la categoría Exportacion

Dolor de espalda

Seguramente muchos hayáis experimentado fuertes dolores de espalda tras haber realizado una actividad que requiera levantar peso, un esfuerzo físico intenso o, en algunos casos, una simple mala postura.

Es una dolencia que le puede pasar a todo el mundo, grandes y pequeños. Pero, ¿cómo surgen estos dolores? ¿qué tipos de dolor de espalda existen? ¿cómo combatirlos y prevenirlos? A lo largo de este artículo responderemos a todas estas preguntas.

Empecemos analizando como aparecen los dolores de espalda

Levantar peso incorrectamente: Una de las principales causas del dolor de espalda es cuando levantamos peso de forma inadecuada.

levantar peso correctamente

Es muy común que, a la hora de coger un objeto pesado, solemos arquear la espalda para agarrarlo, así como la costumbre de levantarlo rápidamente realizando un movimiento brusco. Al hacerlo, nuestros músculos se estiran y contraen hasta que volvemos a nuestra posición inicial. Durante este proceso la zona más afectada es la zona lumbar, que al sentir el aumento de peso en nuestro cuerpo se manifiesta en forma de espasmos musculares, debido a una contractura o distorsión de los ligamentos.

Por ello, es muy importante levantar el peso de forma adecuada, para intentar dañar lo menos posible la espalda en el proceso.

Sobrepeso: Cuando una persona sufre de sobrepeso, la espalda se resiente por la presión que debe soportar nuestra columna al cargar con éste, como cuando cargamos con peso externo. Generalmente esto desemboca en un fuerte dolor lumbar, del mismo modo que nuestras rodillas, que soportan la mayor parte del peso junto con nuestra columna, también se resentirán provocándonos fuertes dolores de rodilla.

Mala postura: Cuando tenemos un trabajo que implique estar mucho tiempo sentados, el realizar la tarea laboral con una mala posición también puede provocar que nuestra espalda resulte dañada gravemente. Esto se debe a que solemos arquear la espalda al escribir o para acercarnos a la pantalla del ordenador.

mala postura espalda

Otra de las principales causas del dolor de espalda resultantes de una mala postura es cuando dormimos. Aunque parezca que cuando dormimos reposamos la espalda, muchas veces nos levantamos con fuertes dolores en la parte alta o baja de la misma. Ello se debe a una mala postura durante las horas de sueño. Pasar muchas horas tumbado o sentado puede provocar un fuerte daño en la espalda, ya que se deja recaer todo el peso sobre ella.

Embarazo: Cuando una mujer se queda en estado, su peso físico aumenta debido a la vida que se está gestando en su interior. Por lo que no es raro que muchas padezcan dolores debido a que la columna vertebral tiene que aclimatarse a cargar con un peso que hasta ahora no soportaba.

Aparte del peso extra que la embarazada llevará en su interior durante nueve meses, otro de los factores que influyen en que aparezca dolor de espalda en el embarazo es el cambio del punto de gravedad. Al ensancharse la zona del útero para dejar espacio al nonato, la mayor parte del peso del cuerpo, así como su punto de gravedad se encontrará ahí, lo que significará más trabajo para los músculos y ligamentos de la espalda y cadera. Por esto, al realizar cualquier labor cotidiana como salir de la bañera, levantarse o sencillamente  caminar, puede provocar en la mujer fuertes dolores al no estar su cuerpo acostumbrado a cargar con el peso extra.

dolor de espalda embarazo

Por último, los cambios hormonales que sufre la mamá durante el período de gestación también influyen mucho en los dolores. Ello se debe a que dichos cambios “aflojan” las articulaciones y ligamentos que conectan los huesos pélvicos con la columna vertebral, en pos de preparar a la mujer para el momento del nacimiento.

Llevar una vida sedentaria: Llevar una vida en la que falte el ejercicio también puede provocarnos fuertes dolores de espalda debido a la escasa actividad física. Ello se debe a que el ejercicio nos ayuda a que nuestro cuerpo se recupere y soporte mejor tareas que requieran mucho esfuerzo físico, ya que los músculos tienen más resistencia no se carga tanto peso en las articulaciones y huesos. Para quien no esté acostumbrado a realizar una actividad física, cualquier tarea que requiera un esfuerzo intenso puede desembocar en lesiones para su cuerpo.

Fumar: Todo el mundo hemos oído eso de “el tabaco perjudica gravemente la salud”, siendo algo que asociamos a nuestro sistema respiratorio. Pero estudios han demostrado que las personas fumadoras también son muy propensas a sufrir fuertes dolores de espalda.

Se debe a que la nicotina del tabaco daña nuestras arterias, impidiendo que la sangre circule correctamente. Esto provoca que dichas arterias, que recorren nuestra columna vertebral, no cumplan bien su labor y eso nos provocará fuertes dolores de espalda. Además, la regeneración de los huesos se pierde más rápidamente en los fumadores por culpa de la nicotina, por lo que un esguince o rotura puede ser un suplicio para ellos.

Añadir también, aunque lo explicaremos después de forma más extensa, que el fumar puede provocarnos osteoporosis.

Genética: Existen ciertas enfermedades como la que degenera nuestros discos intervertebrales, que son las que nos provocan dolor de espalda con el paso de los años. Enfermedades como ésta son hereditarias y hay una alta probabilidad que se transmitan de padres a hijos, como las migrañas. Por lo que, en algunos casos, no es de extrañar que se sufran los mismos dolores que los padres con el paso de los años.

Edad: La edad también es un factor muy importante que influye a la hora de tener fuertes dolores de espalda. Con el paso de los años, nuestros huesos se desgastan y su proceso regenerativo va disminuyendo. Si a ello le sumamos a que, según el tipo de vida que haya llevado una persona, sus músculos estarán más o menos dañados, o la posibilidad de contraer alguna enfermedad con mayor facilidad por el desgaste de las defensas a lo largo del tiempo, claramente una persona mayor será más propensa a los dolores de espalda.

Traumatismo: Darse un golpe en mal lugar puede tener como consecuencia sufrir fuertes dolores lumbares, aunque en el momento no nos hagamos daño.

A la hora de caer, es muy importante tener cuidado en la forma en que lo hacemos, ya que, por ejemplo, si caemos sobre nuestra cadera, ésta se encuentra conectada a nuestra columna vertebral, la cual se verá afectada por el golpe. Lo que hará en que nos duela la zona lumbar más que la parte de la cadera.

Tras sufrir un buen golpe, lo mejor es acudir al médico para que realice las pruebas pertinentes, y de este modo asegurarnos de que no hayamos sufrido una lesión grave.

Osteoporosis: La osteoporosis es una enfermedad que debilita nuestros huesos, pero, ¿cómo?. Esta enfermedad provoca que el tejido que forma el hueso disminuya, eliminando las proteínas y el calcio que tanto necesitan nuestros huesos para fortalecerse. Nuestros huesos son como un ser vivo que continuamente está regenerándose, esta enfermedad lo que hace es dificultar esa regeneración.

osteoporosis espalda

La osteoporosis provoca que una persona que sufre de dicha enfermedad sea mucho más vulnerable a sufrir una lesión o fractura a la hora de realizar una labor o ejercicio que requiera cargar con peso o movimiento, bruscos. Es muy importante pues, si se tiene esta enfermedad, intentar realizar labores que no requieran de un enorme esfuerzo, puesto que sus huesos tendrán una capacidad regenerativa lenta y la recuperación puede ser un suplicio.

Artrosis: También conocida como osteoartritis, es una enfermedad que surge por el desgaste del cartílago. El cartílago es un tejido que rodea nuestros huesos, protegiéndolos y favoreciendo el movimiento de nuestras articulaciones al caminar, por ejemplo.

artrosis espalda

Es una de las enfermedad reumáticas más frecuentes que podemos sufrir el ser humano a una edad avanzada, pero es más frecuente en las mujeres. Ello se debe a que dicha enfermedad está muy relacionada con el cambio hormonal de estrógenos en su cuerpo durante la menopausia, ya que los niveles de esta hormona decaen drásticamente en esta etapa.

Rotura de los discos: Los discos, que reciben su nombre por su forma, son lo que separa las vértebras que componen nuestra columna vertebral. Es lo que permite a nuestra columna realizar los movimientos, actuando como un ligamento entre cada una de ellas.

Como es de un material suave y blando, no es de extrañar que con el paso del tiempo se desgaste o sufra una rotura, así como un posible desplazamiento. Ello hará que provoque una fuerte presión sobre el nervio, lo que derivará en un fuerte dolor de espalda.

Escoliosis: La escoliosis es una desviación en nuestra columna vertebral provocada por una enfermedad, un golpe o una malformación hereditaria.

escoliosis

Al contrario de lo que ocurre con la osteoporosis, es un mal que pueden sufrir tanto niños como adultos. En el caso de los niños, puede ocurrir principalmente en su paso a la adolescencia, ya que su cuerpo está en continuo crecimiento y cambios estructurales, pudiendo llegar a provocar escoliosis. Estos casos de escoliosis por crecimiento suele ser más común en las adolescentes, debido a que sus cuerpos soportan un mayor cambio con el crecimiento de los senos. Es importante llevar un control en caso de sufrir dolores en la entrada de la pubertad.

También es un mal que puede darse al nacer, cuando el bebé no ha terminado de formarse y ha nacido prematuramente, pudiendo presentar síntomas como un hombro más alto que otro, dolores de espalda frecuentes o curvaturas de la columna hacía un lado. Es importante que los médicos revisen a los nacidos prematuramente de forma periódica durante su infancia.

Tras ver las causas que nos pueden provocar dolores de espalda, pasemos a ver qué tipos de dolores de espalda existen

Dolor de espalda en la parte alta: 

Este tipo de dolor se suele situar en la base del cuello o en los omóplatos.

Al contrario de lo que ocurre con los dolores de espalda baja, no es un tipo de dolor muy común entre las personas. Este tipo de dolor aparece cuando los ligamentos adheridos a las vértebras se dañan, provocando los dolores en las zonas indicadas.

El daño puede ser debido por una mala postura al dormir, un movimiento mal realizado o el tirón del cinturón de seguridad al dar un frenazo con el coche por la presión que ejerce sobre la zona del cuello. Llevar una vida sedentaria también puede provocar dolencias en la zona cervical, puesto que la falta de ejercicio provocará que cualquier movimiento brusco desgaste más fácilmente los ligamentos de nuestros músculos.

Una de las causas más comunes del dolor de espalda alta es la escoliosis, que, al provocarnos una deformación en la columna vertebral durante el proceso de crecimiento, inducirá a que sintamos fuertes dolores en la zona cervical con frecuencia.

Las hernias discales, o desplazamiento del disco, puede ser otro de los factores que nos provoquen fuertes dolores de espalda. Es una dolencia menos refuente, pero de no ser tratada con rapidez puede acabar provocándonos fuertes dolores en la parte alta de la espalda.

hernia discal

El ejercer una enorme presión, o mantener nuestro cuello en una postura incómoda, puede provocar también fuerte dolores en la base del mismo. Esto es  debido a que cuando agachamos nuestra cabeza, el peso se encuentra concentrado en los hombros, y estos pueden resentirse incluso después de realizar un movimiento que a priori parezca habitual, pudiendo llegar a tener consecuencias graves.

Una mala postura al colocar la cabeza mientras dormimos también puede desencadenar un fuerte dolor en la zona cervical. No es recomendable que la cabeza esté situada mucho tiempo en una demasiado alta respecto al resto de nuestro cuerpo.

En cuanto al tipo de dolores que podemos sufrir en la parte alta de la espalda, pueden ir desde muy leves hasta llegar a un punto donde no soportemos ni el más ligero roce. Sentiremos espasmos musculares, tirones, nos costará respirar e incluso mover el cuello o los hombros.

En estos casos es necesario acudir a un fisioterapeuta para aliviar los dolores si son leves. Si el dolor es agudo, incapacitante y de intensidad eleva, es imperativo mejor acudir al médico.

Dolor de espalda en la parte media:

Como ocurre con el dolor de espalda en la parte alta, no es un tipo de dolor demasiado frecuente, ya que la zona media de la espalda comprende la mayor parte de nuestra columna vertebral, siendo una de las partes más sensibles de nuestro cuerpo, ya que los músculos de esa zona suelen ser débiles. Es importante tener cuidado cuando queramos levantar peso o al levantarnos de un lugar.

Aunque una de las causas más comunes del dolor de espalda media es sin duda la malformación de la columna vertebral o escoliosis, este tipo de dolor es más natural en las mujeres. Pues es un muy común que aparezca dolor durante el embarazo. Ello se debe que con el aumento de peso, las embarazadas soportan una carga mayor, lo que les provocará un fuerte dolor en la parte media de la espalda.

Mismo principio que el de las embarazadas podemos aplicar a las personas que sufren de sobrepeso. Una persona que lo ha padecido durante infancia es probable que los síntomas no aparezcan hasta una avanzada edad. En cambio en las personas que aumenten de peso rápidamente debido a una vida sedentaria o falta de ejercicio, notarán rápidamente fuerte dolores y pinchazos en la parte media de su espalda.

Entre las causas del dolor de espalda media más comunes solemos encontrar una infección del hígado, una úlcera estomacal, una neumonía o incluso una aneurisma, en en que una arteria aumenta su tamaño formando una especie de “globo” que dañará nuestra espalda.

Algunos expertos agencian el dolor de espalda en dicha sección debido a una infección de la vesícula biliar. Aunque los dolores suelen darse en la parte baja de la espalda, muchos relacionan los dolores de espalda media con una infección por culpa de los cálculos biliares, que se da cuando la bilis se endurece y cristaliza.

Dolor de espalda en la parte baja:

Esta es la zona más sensible de nuestra espalda y en las que se presentan de forma más frecuente los dolores.

dolor de espalda en la parte baja

La razón es que la base de nuestra columna vertebral está compuesta por pequeños huesos que forman una especie de sujeción de seguridad que la rodea y protege. Cuando nos caemos y golpeamos en la cadera, por ejemplo, esta zona es muy sensible y propensa a sufrir daños.

Las causas del dolor espalda baja son muy similares a los ya citados: traumatismo, levantar peso de forma incorrecta, degeneración de los discos, el embarazo u obesidad… pero en este caso, encontramos otros motivos que puedan explicar los dolores en esa zona:

Lumbago o lumbalgia: Es el dolor más común que podemos sufrir en la zona baja de la espalda y uno de los dolores más típicos que sufrimos el ser humano.

El nombre lo recibe porque el dolor se encuentra en la sección lumbar. Suele ser el dolor que notaremos tras haber levantado peso. Se genera debido a un desgaste de los ligamentos y músculos que sostienen nuestra espalda, debido a que en esa zona se concentra la mayor parte del peso de nuestro cuerpo.

También puede aparecer debido una fractura, ciática o por curvatura de la médula espinal.

Espondilolistesis: Es una fractura que se da en nuestro cuerpo cuando una de las vértebras se mueve hacia delante, separándose del resto.

Generalmente es una dolencia que sufren los deportistas que realizan actividades físicas que requieran levantar peso. También es frecuente en atletas que realizan gimnasia rítmica, que requiere movimientos y posturas que fuerzan los huesos y músculos del cuerpo. En los niños en crecimiento también es frecuente, pues su cuerpo se estira y puede que la columna vertebral no se acople adecuadamente.

En otros casos se asocia a que una persona crezca demasiado rápido o a una malformación de la columna vertebral de nacimiento.

Síndrome cola de caballo: En la base de nuestra columna vertebral tenemos una serie de nervios que se ocupan del funcionamiento y sensaciones de la vejiga, órganos sexuales e intestinos. Recibe su nombre por la forma que toma el conjunto de nervios.

Generalmente el dolor provocado por este síndrome se debe a la rotura de un disco, una caída fuerte o que haya complicaciones por culpa de un cáncer. Por lo que, en el caso de que los dolores de espalda baja sean muy fuertes, es necesario acudir al médico. En el caso de no detectarse a tiempo, puede perderse la sensibilidad en toda la parte inferior del cuerpo.

Los síntomas para detectarlo son tener adormiladas las piernas y no poder moverlas, dolor de espalda baja, hormigueo en la zona de la pelvis o la incapacidad para orinar o retener líquidos, así como las heces.

Espondilitis Anquilosante: Aunque es una enfermedad que puede afectar a zonas como las rodillas o la cadera, también puede afectar a la zona baja de la columna vertebral, provocando fuertes dolores en esa zona.

Espondilitis Anquilosante

Las causas que lo provocan son todavía desconocidas, pero se conoce su funcionamiento: se trata de una enfermedad inflamatoria que provoca artritis en la zona que afecta, provocando un dolor intenso. También notaremos cómo la zona afectada se encuentra endurecida, y con sólo rozarlas nos provocará un dolor intenso.

Por norma general, parece ser una enfermedad que afecta más a los varones que a las mujeres.

Veamos a continuación una serie de remedios naturales para el dolor de espalda

Pelota: Coja una pelota y colóquela en la pared. Apoye la espalda sobre la pelota y hágala rodar en la pared flexionando las rodillas de arriba abajo. Eso será como un masaje.

Aplicar frío: Meter hielo en un pañuelo, o una bolsa, y aplicarlo sobre la zona dolorida

Aplicar calor: Mucho cuidado con este remedio. Si el dolor es muy fuerte, aplicar calor podría provocar inflamaciones. En el caso de que sea leve, colocar paños calientes en la zona dolorida por 30 minutos. Esto relajará los músculos de esa zona y mejorará el flujo sanguíneo.

Alcohol de romero: Se puede aplicar en la zona dolorida, para después dar unas palmaditas por la zona afectada. A continuación presionar ambos lados de las cervicales con los pulgares.

Aceite de hipérico: En el caso de que el dolor que sintamos venga ocasionado por el estrés y la tensión del trabajo, se puede utilizar este aceite que nos ayudará a relajar el dolor.

Almohadilla de castañas: Se pelan y muelen un buen puñado de castañas de indias fresas. Luego se meten dentro de la funda de un cojín, para posteriormente colocarlo en la zona dolorida.

Hojas de salvia: Podemos verter dos cucharadas de hoja de salvia sobre una cacerola con agua hirviendo. Tras dejarlo hervir por 10 minutos, dejar enfriar un poco. Hay que tomarlo tres veces al día.

Aceite esencial de espliego: Untar el aceite en la zona dolorida y friccionar sobre dicha zona.

Pelotas de tenis: Llenar un calcetín con pelotas de tenis y masajear con dicho calcetín la zona dolorida.

Yoga: Practicar ciertas posturas de Yoga hace que ciertos músculos de nuestro cuerpo que rodean la columna vertebral se relajen.

yoga para dolores de espalda

Acupuntura: Hoy día se ha puesto muy de moda que la acupuntura es un remedio que sana todos los tipos dolores. Aparte de los especialistas que lo utilizan, cada vez aparece más y más gente que dice ser una experta en este campo. Así que es recomendable tener mucho cuidado, pues usar mal las agujas puede ocasionar problemas.

Masajes: Es sin duda el remedio más habitual y casero que solemos utilizar. Si bien es cierto que dicen que la gente que sepa canalizar bien la energía es quien mejor da los masajes, esto solo podemos aplicarlo en el caso de que el dolor se deba a un golpe o un tirón. Si es muy fuerte, es mejor ponerse en manos de profesionales.

También podemos recurrir a ejercicios para el dolor de espalda:

Rotar la pelvis: Sentarse en la postura del loto y girar la pelvis lentamente

Flexiones de columna, sentado sobre los talones: Siéntate sobre los talones y realiza flexiones bajando un poco la espalda.

Girar la cabeza: Mueve la cabeza lentamente de un lado a otro, mientras respirar con tranquilidad.

Cobra: Tumbarse en el suelo con las manos bajo los hombros, bien flexionadas. Inhala aire al mismo tiempo que arqueas la espalda hacía arriba, así como la cabeza. Cuando llegues al límite, haz una respiración profunda.

La gata y la vaca: Colocarse a cuatro patas, con la cabeza entre los brazos. Arquear la espalda, mientras inhalamos aire, como hacen los gatos cuando se les acaricia. Tras realizar una respiración profunda, imitar entonces la posición que adoptar las vacas, solo que en este caso la espalda se arqueará hacía abajo y la cabeza hacia arriba.

Relajación: Tumbarse boca arriba, con las palmas de las manos hacía arriba. Simplemente para disfrutar de las sensaciones que percibiremos con nuestro cuerpo.

Estiramiento de caderas: Estando tumbados, flexionar las piernas para levantar las caderas. Para de ese modo ejercitar los músculos de la zona.

Estiramiento de brazos: Estando tumbados boca abajo, con las piernas flexionadas, estirar los brazos, levantando levemente la espalda, para tocar nuestras rodillas.

Finalmente os mostramos buenas costumbres para evitar o prevenir el dolor de espalda:

Dar la vuelta al colchón a menudo: Aunque es muy recomendable que el colchón se cambie más o menos cada diez años, también es muy importante darle la vuelta a menudo, para que de ese modo el interior del mismo no se estropee por culpa del peso que dejamos caer sobre el colchón al acostarnos o sentarnos. No solo darle la vuelta cuando llega el invierno o el verano es importante.

Usar una almohada: Cuando durmamos, es recomendable colocar una almohada entre las rodillas y la zona lumbar, para que así repose mejor. La almohada usada para la cabeza no debe ser muy alta. Y en el caso de dormir de medio lado, colocar una almohada sobre la que apoyar la espalda. Si es de dormir boca abajo, colocar una almohada pequeña en el abdomen y otra a la altura de los tobillos.

posicion correcta para dormir

Evitar fumar: Si eres persona propensa a los dolores de espalda, de los cuales, como ya hemos explicado anteriormente, algunos es culpable el tabaco, es mejor no fumar porque podría acabar yendo a peor.

No levantarse de golpe: Cuando nos levantemos de cualquier lugar, en el que hayamos estado mucho tiempo sentados o tumbados, es recomendable levantarse poco a poco para que nuestro cuerpo se aclimate al movimiento.

Sentarse correctamente: Cuando estemos sentados frente al ordenador, en la mesa del trabajo o en el sofá, es importante mantener la espada apoyada en el respaldo y bien recta, así como el cuello y la cabeza. También es muy importante que las rodillas estén flexionadas en un ángulo de 90º y los pies bien rectos.

Evitar cargar con peso: Si tenemos ya dolencias leves, o no estamos acostumbrados a cargar con peso excesivo, es muy importante evitar hacer esta tarea. En el caso de realizar, es muy importante flexionar las rodillas y agacharse para coger el peso, y que se concentre en las rodillas al flexionarlas y no en la espalda como cuando simplemente erguimos la espalda para coger el objeto.

Realizar deporte moderado: Mucha gente se lamenta de no tener tiempo libre para practicar deporte. Pero solo con hacer una serie de estiramientos, abdominales o flexiones al día, eso ayuda para prevenir dolores de espalda. Así como otros dolores en brazos o piernas. O simplemente realizar un paseo al día de unos 30 minutos.

Controlar el peso: Ya hemos hablado de que el sobrepeso favorece la aparición del dolor de espalda. Por ello es muy importante controlarlo.

Usar calzado adecuado: Es recomendable que a lo largo del día utilicemos un calzado adecuado, sobre todo si somos persona de mucho movimiento. Ya que, usando uno inadecuado, no solo dañamos los pies, si no que el dolor puede trasladarse también a nuestra espalda.

Limitar las horas de estar tumbado o sentado: Como hemos dicho, hacer ejercicio es muy importante. Pero, en el caso de que no podamos, y en la mayor parte del día tengamos que estar sentados, es recomendable tomar descansos y levantarnos para andar un poco. Así podremos evitar también dolores de piernas por la inactividad.

Ejercicios de relajación: Si somos del tipo de persona que se estresa muy fácilmente, es mejor realizar ejercicios de relajación para calmarnos, o practicar Yoga o Taichí para aprender a controlar el estrés.

En el caso de que el dolor de espalda vaya a más, y dure más de tres días, hay que acudir al médico de cabecera para que realice las pruebas pertinentes. Muchas personas recurren a la acupuntura o a fisioterapeutas, consiguiendo aliviar el dolor en los casos que no entrañen gravedad, pero tengamos presente que no es lo mismo un simple tirón que una fractura o enfermedad degenerativa, para los que la medicina alternativa no suele tener respuesta eficaz.

A la hora de elegir un colchón, tanto si es propenso de sufrir dolores de espalda por el trabajo como no, debe elegir uno que le permita a su espalda descansar bien durante el tiempo de sueño.

Las razones por las que deben comprar un buen colchón son muy simples:

Cuidará tu espalda, ayudando a que esté sana y pueda reposar bien.
Mejorando la calidad de confort al estar sobre el colchón, podrás dormir mucho mejor.

Te ahorrarás problemas en el futuro de lesiones serías que igual no tendrán reparación.

Sin embargo, comprar un colchón de buena calidad no te tiene porque salir para nada caro, ya que si buscas bien, encontrarás colchones en oferta de calidad.

Si este artículo le ha servido de ayuda, no olvide visitar otros de nuestros artículos para distintas dolencias.